
En estos encuentros el sonido y la vibración son la materia prima fundamental que será el vehículo para facilitar reordenamiento, equilibrio y balance a nivel físico, mental, emocional y energético.
La persona ingresa a un espacio cuidadosamente ambientado donde el clima sonoro será anclaje para un estado de tranquilidad. Cómodamente recostada (o sentada, en caso de preferirlo) recibirá el agradable contacto de sonidos de bajas y altas frecuencias emitidos por pedales digitales, campanas tubulares, cuencos tibetanos, diapasón Om, cuencos de cuarzo, gong, samafones y arpa celta medieval.
El usuario es literalmente "bañado en sonido" donde podrá identificar regiones de su cuerpo que sus emociones y la vibración misma mobilizarán. El contacto de los instrumentos en esas regiones, funcionaran como facilitadores de cambios en las sensaciones corporales, en su ruido mental interno, en su estado emocional y también cuerpos sutiles.
Es una escucha que se realiza silenciosamente y en comunión con uno mismo acompañada por un entorno circundante de sonidos que nos envuelven.
De esta forma lograremos, amorosamente, vincularnos con lo que cada vibración y frecuencia nos genera. Así, conectar con la escucha y la reflexión sensible desde el sonido, pero también, y no menos importante, desde el silencio en cada uno.
Las sesiones son absolutamente personalizadas e individuales